viernes, 26 de abril de 2013


Como evitar los desgarros musculares


desgarros musculares



















La mayoría de las personas tienen una vida agitada debido a las responsabilidades laborales y familiares quedando poco tiempo para dedicarse a uno mismo, sin embargo en ese valioso y poco tiempo cada vez son más las personas que lo invierten en su salud tanto física como mental.

Al ejercitar el cuerpo ya sea en un gimnasio, con un entrenador personal o sin ningún guía estamos expuestos a sufrir alguna lesión, siendo los desgarros musculares uno de los más frecuentes sobre todo en deportistas aficionados que no realizan el pre calentamiento adecuado antes de iniciar el ejercicio exponiendo sus músculos a un desgarro ante una elongación brusca.


Un desgarro muscular es la rotura (parcial o total) de las fibras interiores del tejido muscular, los que han sufrido alguna uno de ellos lo describen como “una clavada de aguja”; casi siempre se presenta con una hemorragia debido a la rotura de los vasos sanguíneos que recorren los músculos de la zona afectada. Existen tres grados de desgarros según la gravedad del daño causado en la fibra muscular.

Los desgarros ocurren cuando una persona que hace cualquier actividad física realiza una elongación máxima que excede la capacidad de estiramiento muscular. También se presenta esta lesión si se hace una contracción violenta del músculo o cuando se contrae debido a una carga superior a la resistida. Generalmente se produce al inicio de un entrenamiento debido a que los músculos aún no están lo suficientemente calientes o al final de la rutina de ejercicios porque los músculos presentan fatiga o deshidratación.

Los especialistas recomiendan las siguientes acciones para tratar un desgarro:

  • Detener la actividad deportiva para atender inmediatamente la lesión y así evitar que se agrave.
  • Reposar el músculo dolorido para impedir que la lesión aumente.
  • Aplicar hielo en la zona afectada para detener la inflamación. Si no tuviera hielo en ese momento puede utilizar toallas empapadas con agua fría, cualquier producto enlatado frío o cualquier lata fría.
  • Colocar un vendaje o banda elástica en el músculo lesionado.
  • Mantener la zona afectada elevada.

¿Cómo evitar que se produzca?


  • Siempre es recomendable realizar un calentamiento previo antes de iniciar la actividad física sobre todo si se hace ejercicios esporádicamente.
  • A medida que el entrenamiento va llegando a su fin se debe bajar la intensidad del mismo para evitar que ocurra el desgarro por agotamiento muscular.
  • Preste atención a las señales que su cuerpo le envía, si siente algún tirón en alguna zona de su cuerpo reduzca la intensidad del ejercicio o detenga el mismo.
  • Consumir bebidas hidratantes en las sesiones de ejercicio.
  • Ir poco a poco en la intensidad de los ejercicios que realice.
  • Tener una alimentación sana, sobre todo consumiendo alimentos que contengan fibra vegetal que ayudarán a fortalecer las fibras musculares.
Recuerde que es muy importante atender la lesión durante las primeras horas (24 a 48) visitando al médico especialista en lesiones deportivas que determinará la gravedad de la lesión así reducirá el riesgo de dañar más el músculo afectado y aumentará las probabilidades de una rápida recuperación con el tratamiento adecuado para la regeneración del músculo afectado y así volver pronto a la actividad deportiva favorita que practica.

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